jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Cuándo operar y por qué?


Las preguntas más frecuentes sobre la aplicación del tratamiento quirúrgico


¿Qué hacer si un especialista propone una intervención?

La indicación quirúrgica ha de ser valorada después de un estudio detallado del caso y teniendo en cuenta todos los factores, entre ellos los posibles diagnósticos y tratamientos, la edad del paciente, la calidad de vida, las expectativas etc.

¿Cuando está indicado aplicar el protocolo quirúrgico del Filum System® (FS®) a la Enfermedad del Filum?

Lo antes posible, en cuanto se detecte la enfermedad, para eliminar la causa y detener la progresión de la patología. Cuando se puede establecer el diagnóstico de la Enfermedad del Filum implica la existencia de un deterioro físico, especialmente neurológico, progresivo.

¿Hay casos de pacientes asintomáticos con expresión anatómica de la enfermedad (por las imágenes de RM y RX)?

En ningún caso hemos encontrado pacientes asintomáticos: en más de 3000 primeras visitas en nuestro centro, hemos detectado siempre en la la exploración física o en la historia clínica signos o síntomas de la patología que emergen sin que el paciente y los profesionales sanitarios se den cuenta.

Según nuestra experiencia clínica, hay varios tipos de condiciones en los pacientes con Enfermedad del Filum:

Enfermos con muchos síntomas y/o signos y poca expresión anatómica de la patología
Sin un estudio especializado de las pruebas de resonancia magnética y radiológicas, muchos pacientes de esta tipología no encuentran el diagnóstico (ejemplos: descensos de amígdalas cerebelosas muy leves; señal de isquemia/edema en la médula espinal como expresión de una Presiringomielia; menos de 10º de desviación de la curvatura vertebral en la escoliosis). Esto normalmente retrasa los diagnósticos y la aplicación del tratamiento, con el riesgo de que el paciente se deteriore todavía más a nivel neurológico.

Enfermos con pocos síntomas/signos y mucha expresión anatómica de la patología
Algunos enfermos descubren por casualidad que tienen la patología a través de resonancia magnética, pero si ellos creen que no tienen síntomas, toman la decisión de no intervenir, porque su calidad de vida creen que es satisfactoria (porque no saben como sería sin la enfermedad). El FS® se aplica igualmente en estos casos lo antes posible, porque siempre existe deterioro físico y además hay el riesgo de que algún síntoma (frecuentemente pérdida de fuerza y sensibilidad en cabeza y extremidades) o lesión no percibidos se agrave, y una vez iniciado, puede ser irreversible. Además, el Descenso de la Amígdalas Cerebelosas (DAC) o el Quiste Intramedular (QIM) puede suponer un riesgo de compresión del tronco cerebral en el agujero occipital y debidos a la fuerza de tracción que genera tensión e impacto, pudiendo ir mas allá de comprometer la calidad de vida, podrían ponerla en peligro (muerte súbita).

Enfermos con síntomas/signos pero sin expresión anatómica
En algunos casos se han diagnosticado de EF a pacientes que no encontraban la causa anatómica de cuadros clínicos muy parecidos al de la enfermedad (ejemplos: impactación de las amígdalas cerebelosas, síndrome de Arnold-Chiari 0; Síndrome Neuro-Cráneo-Vertebral clínica). Gracias al examen profundo de nuestros especialistas a nivel del encéfalo, tronco cerebral y médula espinal, y después de descartar cualquier otra patología co-mórbida, se indica la aplicación del FS®, con excelentes resultados.

Enfermos con grave expresión anatómica y aparentemente sin síntomas
Muchos neurocirujanos que no comparten el FS® sugieren esperar que aparezcan los síntomas para operar, a veces incluso en casos de descensos de las amígdalas graves o de cavidades siringomiélicas extensas. Esto porque su tratamiento quirúrgico de elección es la Descompresión o craniectomía sub-occipital, con un riesgo mayor que las expresiones anatómicas tan severas, y podrían empeorar mucho más el cuadro clínico del enfermo. Los neurocirujanos del FS®, en cambio, indican la aplicación del tratamiento quirúrgico a pesar de la aparente ausencia de síntomas, porque en realidad se ha comprobado con nuestro método no existen casos asintomáticos, al menos a nivel de signos, reflejos o disfunciones. La enfermedad ya está activa, por lo tanto recomiendan intervenir lo antes posible, para evitar las lesiones que existen sin aparentes síntomas y de ulteriores empeoramientos anatómicos con afectación de la condición clínica del enfermo.

¿Por qué muchos neurocirujanos aconsejan esperar para aplicar un tratamiento quirúrgico?

Cuando los tratamientos de elección para el Síndrome de Arnold-Chiari I sea la decompresión o craniectomía suboccipital y la siringostomía para la cavidad de la Siringomielia idiopática, en algunos casos sugieren la observación en cambio de la intervención. Se trata de intervenciones quirúrgicas mayores, que implican riesgos elevados y complicaciones frecuentes en comparación con los de la misma patología. En el caso de que la patología todavía no compromete demasiado la calidad de vida del enfermo, y los síntomas no son tan graves, consideran que no es necesario intervenir.

¿Hay casos en los que se recomienda esperar para la aplicación del Filum System®?

El protocolo quirúrgico de sección del filum terminale del método sanitario FS® para la Enfermedad del Filum conlleva por lo general un riesgo mínimo, tan sólo se ha detectado una remota posibilidad infección o hematoma de la herida quirúrgica como en otras intervenciones quirúrgicas. Por lo tanto, se recomienda su aplicación lo antes posible, para eliminar las lesiones que se están produciendo a nivel de los tejidos en todos los casos que se diagnóstica la existencia de la patología, con un mínimo riesgo quirúrgico, casi nulo en comparación con el de la enfermedad.

¿Cómo actúan el FS® y las intervenciones de descompresión sub-occipital y siringostomía sobre la enfermedad?

El FS® elimina la causa de la patología, no sus consecuencias, y tiene el fin de bloquear la evolución de la enfermedad. En muchos casos, a pesar de que la acción no sea directa a influir en los efectos de la enfermedad, podemos observar un re-ascenso de las amígdalas cerebelosas, o una disminución de la cavidad siringomielica, o una rectificación de la columna torcida. Interviniendo lo antes posible, se interrumpe el empeoramiento de los síntomas y se favorece la mejoría de los que son reversibles en el momento de la intervención.

Por otro lado, la descompresión sub-occipital y la siringostomía no eliminan la causa de la patología (Siringomielia, escoliosis y malformación de Arnold-Chiari idiopática. Etiología común”, Rev Neurol. 1996 Aug; Volúmen 24, Nº 132; 937 – 959, Royo-Salvador MB – “Platibasia, impresión basilar, retroceso odontoideo y kinking del tronco cerebral, etiología común con la sirignomielia, escoliosis y malformación de Arnold-Chiari idiopáticas”, Rev Neurol. 1996 Oct; 24 (134):1241-50, Royo-Salvador MB), la tracción anómala causada por un filum terminale excesivamente tenso, dejándola activa. Esto explica porque los síntomas vuelven a presentarse después de unos años tras la descompresión suboccipital (“Hindbrain decompression for Chiari – syringomyelia complex: an outcome analysis comparing surgical techniques”, C. Hayhurst, O. Richards, H. Zaki, G. Findlay & T. J. D. Pigott, Department of Neurosurgery, Walton Centre for Neurology and Neurosurgery, Liverpool, UK).

¿De que depende la evolución postoperatoria de la clínica?
 
Depende en pronta aplicación del FS®, desde el protocolo quirúrgico, al protocolo de rehabilitación, al seguimiento con los años. Sabemos que, aunque en la mayoría de pacientes se han observado diversas mejorías, la evolución de la clínica depende de la reversibilidad o no de las lesiones en el momento de la intervención de sección del filum terminale. Por eso, se recomienda su aplicación antes que se produzcan lesiones irreversibles por  la tensión anómala de un Filum Terminale anormalmente tenso.