En relación al escrito “Síndrome
occulta del midollo ancorato? La sezione del filum per via extra durale (serie
di 152 pazienti)” de Sardo y cols., que aparece en un portal Internet. A
generado una serie de comentarios fuera de lugar, especialmente por:
1.
El escrito se basa a una enfermedad distinta,
"la médula anclada oculta", a la que nosotros tratamos que es el síndrome
de tracción medular ó el síndrome del filum terminale ó “el síndrome del filum
terminale tenso” ó The cord-traction syndrome, ó The filum terminale
syndrome, ó Tight filum terminale syndrome que fue descrita Garceau en
1953.
“La
médula anclada oculta” a la que se refiere el escrito también se la llama “médula
anclada por espina bífida oculta” ó “Tethered spinal cord” y fue descrita por
Hoffmann en 1976 y se trata ocasionalmente con la sección del filum terminale.
Confundir
o hacer confundir las dos enfermedades puede provocar conclusiones equívocas e
indica una carencia de conocimientos grave, especialmente si de ellos se
derivan indicaciones quirúrgicas, que pueden ser erróneas.
2.
El portal de Internet donde está el escrito, no
está reconocido por ninguna entidad médica o científica, es simplemente un
lugar donde “colgar”; no ha pasado por la supervisión de ningún tribunal médico
o ético.
3.
En ese escrito siguen una teoría propia, que no
está refrendada por ningún estudio científico previo. A pesar de citar varios
autores, su teoría no la entienden ni los autores.
4.
El escrito no tiene un criterio de selección de los
pacientes, reúnen varios diagnósticos inconexos, por lo que los resultados son
inclasificables y las conclusiones no son válidas.
5.
La forma en que es recogida la información y sus
parámetros es parcial con una inadecuada forma de recogida de información antes
y después de la cirugía.
6.
La técnica quirúrgica quiere imitar alguna que no
está ni publicada, para un propósito fisiopatológico exclusivo de los autores,
puesto que mezclan la tracción y la circulación del líquido cefalorraquídeo
como responsables de las enfermedades de forma enigmática.
7.
Este escrito contribuye al rechazo de otras teorías
y tratamientos que se quieren imitar sin ningún tipo de formación y
acreditación para perjuicio de los pacientes. El desprestigio como ha ocurrido
en muchas ocasiones en la Historia de la Medicina hará desaparecer un
tratamiento, que si está bien realizado puede contribuir a erradicar algunas
enfermedades.
8.
Los resultados clínicos del escrito son malos, y
manifiestamente peores que cuando se compara con el tratamiento de alguna
enfermedad parecida por Dr. Milhorat con la laminectomía lumbar.
La excitación mostrada por
algunas asociaciones que han apoyado hasta ahora la craniectomía aplicada a una
de las enfermedades, con un índice de mortalidad del 0.5 al 30%, mayor que la
evolución espóntanea de la enfermedad 0,00013%. Y que han insultado a los que
no seguían sus propósitos, corren ahora a clamar victoria ante un escrito que
propone un tratamiento gratuito, para una enfermedad que no es la misma a la
que nosotros tratamos, no tienen acreditación por nadie, al estar publicada en
un portal de Internet sin ningún control o garantía científica, con malos
resultados y que lo más recomendable es ignorarlo.
No acabamos de entender como los
mismos grupos oficiales de personas que por años han seguido recomendando la craniectomía
hasta en niños, sin informar sobre la posibilidad de mucho menor riesgo, que
podrían encontrar en nuestro Instituto (desde el 2008, de referencia
internacional a nivel mundial), ahora se desvelen los más acérrimos partidarios
de un equipo de trabajo que se encuentra apenas en sus inicios en el estudio y
en acercarse a los hallazgos publicados en la bibliografía del Dr. Royo Salvador,
cuando paradójicamente antes han dirigido severas críticas y puesto en duda la
sección del filum terminale en algunas enfermedades.
El Institut Chiari de Barcelona apoya a su Director con la convicción en el proyecto del método Filum System®, delante de los actuales practicas de parte de hospitales y centros, que a nivel internacional intentan minar su rigor; y se compromete a llevar a cabo la aplicación del “Método” hallado por él, en el interés de los pacientes y de su salud, protegiéndolo de los condicionamientos e intereses, a veces, claramente ajenos a la ética y la deontología médico-científica.